Agua para la paz
El agua puede crear paz o provocar conflictos. Cuando el agua es escasa o está contaminada, o cuando la gente tiene un acceso desigual o nulo, las tensiones pueden aumentar.
La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua.
Debemos utilizar el agua como herramienta para crear un mundo más pacífico y próspero para todos.
¿Cómo puede el agua ser un instrumento para la paz?
Debemos actuar sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida.
El agua puede ser un catalizador de la paz:
- A nivel comunitario, el agua puede reunir a diferentes usuarios en torno a una causa común y proporcionar un punto de partida para el diálogo, la reconciliación y la consolidación de la paz.
- A nivel nacional, la necesidad de cooperar entre los distintos sectores que utilizan el agua podría proporcionar un punto de partida para la coordinación de los distintos intereses.
- A nivel transfronterizo, la cooperación en materia de recursos hídricos compartidos puede ser un punto de partida para la comunicación y una cooperación más amplia, incluso más allá de los recursos hídricos.