19 Ene 2021
Queda listo el primer tramo del colector interceptor entre la calle de Caracas y la avenida de Gabriel Alomar
El mes de diciembre finalizó la excavación realizada por la tuneladora y ahora han finalizado las tareas de adecuación, extracción de materiales y limpieza
Estos días han finalizado las tareas de extracción de materiales, limpieza y adecuación del primer tramo del colector interceptor, entre la calle de Caracas (esquina con la calle de Manuel Azaña, junto al parque Krèkovic) y la avenida de Gabriel Alomar.
Hace un mes la tuneladora finalizó las tareas de perforación que se prolongaron durante poco más de 4 meses para excavar los 716 metros de este primer tramo.
Se trata de una obra de gran envergadura, única en Palma, una gran tubería de hormigón armado de 2 metros de diámetro interior, que una vez finalizada tendrá 3 km de longitud.
Una vez ejecutado este primer tramo, a finales de este mes de enero se prevé que la maquinaria de la tuneladora se traslade junto a la depuradora, donde se comenzará la excavación del 5º tramo, de 154 metros entre la estación de bombeo y el tanque de laminación.
Quedarán tres tramos más hasta completar los 5 tramos en los cuales se ha dividido la obra de los 3 km que separan la depuradora EDAR Palma II, en el Coll d’en Rabassa, del punto de inicio de esta infraestructura en las avenidas. La infraestructura cuenta también con 3 pozos de ataque y 3 pozos de recepción.
La construcción del colector forma parte del proyecto conjunto de colector interceptor y depósito de laminación, unas infraestructuras destinadas a recoger, conducir y almacenar aguas residuales y pluviales para depurarlas y evitar vertidos a la bahía de Palma en casos de lluvias. Las obras tienen un presupuesto global de 22.609.330 € (10.771.690 € el depósito de laminación y 11.837.640 € el colector interceptor) y generan una media de 40 puestos de trabajo directos. La financiación la aporta la Consejería de Medio Ambiente y Territorio del Govern de les Illes Balears a través del canon de saneamiento.
Una vez realizados estos proyectos se podrán reducir en un 90% los vertidos de la cuenca del Baluard del Príncep que afectan a las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí, poniendo fin a la mayoría de los cierres de estas playas.